El Cantar del Mío Cid, entre la historia y la literatura
El ejemplar escrito del Cantar del Mío Cid que ha sobrevivido no está completa. La épica castellana carece de una introducción y de otros fragmentos, pero estas carencias se subsanan gracias a que se hace uso de crónicas de la época para completar la obra[1]. Es decir, que se hace uso de la historia para completar una obra literaria. Lo que conllevaría a una primera pregunta: ¿Qué tan fidedigna la historia Ruy Rodríguez de Vivar que el lector moderno lee en el Cantar del Mío Cid? Se asume que la literatura ayuda a comprender mejor ciertos hechos históricos. Ya que como productos culturales producidos por personas que vivieron aquellos hechos, generalmente se descubre datos[2] que no son encuentran en las historias oficiales. En este caso, El cantar de Mío Cid ayudaría a un lector a aprender cuales eran las dinámicas sociales en la edad media desde la prospectiva del juglar. Lo curioso, es que, por los fragmentos perdidos, parte de la realidad del Cantar del Mío Cid debe ser extraída de crónicas, que a su vez se basaron en el mismo cantar. Consecuentemente, la ficción se hace fáctica, para luego en un proceso inverso se convierte nuevamente en ficción. Un claro ejemplo es el caso de Estoria de España. Según Deyermond, en esta crónica se cuenta la historia del Mío Cid, en especial la historia de los condes de Cardeña[3], “Esta Estoria de Cardeña, es en gran parte debido a su incorporación en la Estoria de España, ejerció intensa influencia, condicionó el punto de vista de muchas generaciones sobre la vida del Cid y reemplazó la narración más exacta, en latín, de la Historia Roderici, elaborada en la primera mitad del siglo XII (Historia de la literatura española 85). Resulta que el episodio de los condes de Cardeña es una invención poética, una estrategia por parte del juglar para crear un punto de intereses para sus oyentes (lectores). El juglar personifica al Cid, lo transforma en un producto literario. Como concluye Leo Spitzer,
“Los elementos ficticios de Menéndez Pidal –el episodio del león, la oración de Jimena y la visión de arcángel Gabriel- , así como los no reconocidos –el primer matrimonio de las hijas, la afrenta de Corpes y el segundo matrimonio de las hijas anunciando cuando fracasa el primero- , se revelan como elementos no advenedizos, sino fundamentales en la fabulación del Cantar, que sirven para poner de relieve la trayectoria ascendente de la vida del héroe”(Historia y Crítica de la Literatura Española 105).
Se concluye que la relación entre la historia y la literatura es sumamente compleja. En el ejemplo del Cantar del Mío Cid, se demostró como un hecho ficticio se transformo en un hecho real (Los Condes de Cardeña) y esto condicionó la imagen histórica que se tenía del Cid, negando así la crónica más verídica. Sin embargo, esta acción corruptora de la literatura sobre la historia se va a condenar tiene una causa: La “verdadera” historia suele ser “dura” y “aburrida” para el común de la población y muchas veces por estética debe ser alterada para amoldarse al gusto del espectador o lector[4].
[1] Por ejemplo en la edición de Luis Guarner, en la nota 15, se explica que la primera parte del relato ha sido obtenido de La Crónica de Veinte Reyes.
[2] Por datos me refiero tanto a hechos históricos no tomados en cuenta por la historia oficial, pero también a prospectivas distintas, generalmente, que es muy difícil de obtener siguiendo cuando se lee un texto objetivo
[3] Brevemente, En el Cantar del Mío Cid se cuenta la historia de los condes de Cardeña y de la afrenta que ellos ocasionaron contra las hijas del Mío Cid. Supuestamente, según tengo entendido en mis lecturas, este episodio se tomo como hecho real para luego ser desmitificado en subsecuentes estudios sobre el Cantar.
[4] Ésta es una vieja practica pero siempre se utiliza. Un claro ejemplo es la película The King Speech(Tom Hooper 2010). Aunque ha recibido buenas críticas, Manohla Dargis nos advierte sobre la exactitud historica de la película, “Those would surely lessen if the film tagged after him when he and Mrs. Simpson subsequently took their post-abdication tour around Germany, where they had tea with Hitler and the Duke returned the Führer’s Nazi salute. Like many entertainments of this pop-historical type, “The King’s Speech” wears history lightly no matter how heavy the crown.”( http://movies.nytimes.com/2010/11/26/movies/26king.html) Claro cuando estaba viendo la película coincidentemente también estaba leyendo el libro lo que motivó concientemente a compararlas ya que ambas tienen un propósito: promover una ideología. Ya sea en el Mío Cid donde se promovueven valores cristianos y donde se resalta el honor castellano, lo mismo pasa en The King’s Speech, se quiere resaltar los valores “democraticos” y “humanistas” de Inglaterra.
Buen comienzo. A lo mejor puede ser valioso consultar ahora una obra representativa del Mester de Clerecía (ie. Berceo). Comparar los estilos, su uso, sus temas, etc. puede inspirar reflexiones interesantes. Suerte. :-)
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