Una conclusión concreta que se obtiene después de la lectura de Libro de buen Amor, y después de leer las críticas y estudios que se han hecho sobre la obra, es que su interpretación es compleja y variada. No sólo por la ambigüedad que le ha impreso el autor es deliberada, sino que la interpretación que se puede obtener del libro es influenciada por la época en que se la lee. Por ejemplo, ¿Qué quiere decir el Arcipreste de Hita con buen amor? Alicia C. de Ferraresi responde, “si para el trovador del siglo XII era el beso gracia ennoblecedora, en las Leys d’ amor, de mediados del siglo XIV, podía ser cosa deshonesta y ocasión de pecado.”(Historia y crítica de la literatura española 236) Cabe preguntar ¿Qué significa el buen amor para el siglo XXI? Seguramente, el lector moderno[1] ha de interpretarlo conforme a sus preconcepciones: sobre lo que es buen amor y mal amor; pero principalmente sobre lo que no es amor. Habrá momentos de Eureka donde el lector pensará que lo gente pensaba en el siglo XIII en los asuntos del amor no ha variado mucho, que las reglas del amor, mejor dicho del juego del amor, siguen vigente, pero ciertamente el lector optara por una interpretación personal. Además, así parece que lo ha querido el propio autor ya que cada uno es libre de interpretar la palabra, como en el cuento del griego y el romano, a su propia conveniencia
La segunda conclusión se relaciona con el estudio histórico y intertextual de la obra. ¿El libro de buen amor refleja históricamente la sociedad del autor? Dey nos recuerda que la época en que vivió el autor fue turbulenta, exactamente en el reinado de Alfonso XI (1312-1350) y para lidiar con la época hubo de utilizar la parodia, “Esto lo llevo a dar con una fórmula que casi logró la reconciliación entre elementos irreconciliables: la doble vertiente de su propia naturaleza, sus inclinaciones de sacerdote y de poeta, la realidad histórica de la Castilla del siglo XIV y las doctrinas de la Iglesia. Todos estos conflictos solamente se hacían soportables mediante la burla – solución que pronto resultaría imposible– (206). Pero G.B. Gybbon dice que no, “Es difícil creer que un arcipreste de Hita quedase ignorante de todo lo que pasaba en Castilla, y es lógico buscar en su obra algún eco de las malas condiciones prevalecientes. Pero no se encuentra...El Libro de buen amor es esencialmente literario (16[2]). Libro de buen amor es “esencialmente literario” porque el libro es rico en referencias literarias de otros libros como el Pamphilus; sermones eclesiásticos, cuentos esópicos, proverbios bíblicos. ¿Sería mejor clasificarlo a la obra cumbre del Arcipreste de Hita, como un libro escapista?. Dado que lo escribió en una época turbulenta, pero que al mismo tiempo decidió no reflejar los problemas de los cuales fue testigo. Además, su mundo en netamente literario lo cual nos remite a pensar que su fin era simplemente de entretener a sus lectores con sus parodias. No obstante, el Arcipreste de Hita escribió su obra en el siglo XIV, época donde la gran masa no sabía leer ni escribir. Sería incoherente que se afirme que el arcipreste fue un escapista, más bien estaba consciente de su literatura iba a ser leída por gente instruida. Por eso,
[1] Me refiero al lector común y corriente, ese que no tiene un doctorado en literatura medieval. Sí, me pregunto cómo sobrevivirá esta obra en estos tiempos donde la lectura parece una odisea.
[2] Introducción Biográfica y Crítica Arcipestre de Hita – Libro de Buen amor – Edición G.B. Gybbon-Monypenny –Clásicos Castilia 1988.
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