Thursday, May 5, 2011

Guzman de Alfarache

La más tradicional interpretación de la novela picaresca Guzmán de Alfarache[1] afirma  que Guzmán de Alfarache es una novela moral cuya misión es enseñar al publico lector sobre los vicios que corrompieron la sociedad española en el siglo XVII.  Sergio Fernández lo entiende así,        “El deseo cristiano de redimir al mundo por medio del desprecio hacia todo lo terreno; el querer enseñar un camino de bondad y gracia que salve a la humanidad; el sentirse con una misión divina que cumplir, nuevo Mesías—uno más—de la historia, es lo que ha hecho fundamentalmente a Mateo Alemán haber concebido su novela “Guzmán de Alfareche” y darle la forma de un gran relato en el cual intervienen todos los problemas propios al ochocientos español”(422).
Según se entiende, Guzman de Alfarache narra su vida personal para condensar la conducta del hombre español en el siglo XVII. A lo largo de la novela el lector aprenderá las razones de porque Guzmán llega a ser un pícaro y, a través de una autocritica, cómo es qué él mismo analiza su vida pasada, sus errores y sus desgracias, “Digo—si quieres oírlo—que aquesta confesión general que hago, este alarde público que de mis cosas te represento, no es para que me imites a mí; antes para que, sabidas, corrijas las tuyas en ti (73[2]). El lector deberá aprender de sus errores y no seguirlos. La ejemplarazación de la vida de Guzmán de Alfarache seda al no mentir ni agregar nada sobre su vida de pícaro. Es decir, no peca de hipocresía sino que cree necesario que el lector debe saber todo lo malo y lo bueno de su vida.  
Sin embargo, Guzmán de Alfarache también se cerciora de achacar su comportamiento a la corrupción de la propia sociedad. Es decir, también existe una crítica a la sociedad española que induce al individuo a aceptar la vida del pícaro. Las fuerzas corruptoras de la sociedad española son tan fuertes que. Como concluye Sergio Fernandez, “Guzmán de Alfarache es la amarga realidad que provoca una época encerrada en sí misma, sola y desesperanzada (423). La sociedad es la corruptora del hombre porque bajo la influencia de ella es que el hombre se forma. ¿Cómo es posible hablar de los males del hombre sin dejar hablar de los males de la sociedad? En esta nueva literatura ya no se place mucho énfasis en la  maldad inherente del hombre, como el mester de clerecía propone. El protagonista de esta nueva literatura moderna se ve derrotado por la sociedad corrupta y no le queda otro camino que adaptarse a ella.  



[2] De la versión Clásicos Castellanos – Mateo Alemán – Guzmán de Alfarache- Volumen 3 – Espasa-Calipe, S.A. Madrid.

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